José Luis De la Barra
El pintor, se aferra al sustento figurativo de su obra, recorre
con entera libertad su proyecto estilístico, sin detenerse en encorsetadas
disquisiciones, dejando que el imaginario fluya armonioso con aires prestados
de la realidad, para que prevalezca lo surreal mágico, favoreciendo la
presencia de una labor original de indicios propios.
Escena que sugiere intencionalidad con aire de erotismo sutil,
en medio de un delirio escénico, donde dos mariposas simulan llevarse cual
cometa de niño la tela que hace de antifaz improvisado a la ninfa de pie,
dejándole libertad a la imaginación para que sienta el tacto de la piel de la
fémina tumbada; la escena fragmenta el plano dando la sensación que está sobre
el mar; participan en el juego dos pajarillos, uno que observa y otro que
parece tener la clave en la punta del hilo que sujeta con el pico para que
perdure la escena; al fondo, mudos testigos un mar sereno y un cielo multicolor
que acompasan en silencio la alegoría.
Personajes imaginarios, bañados de fantasía, emulando arlequines
cándidos, seres de ensueño entretenidos en actividades, sencillas, de
dispersión, de ocio, personajes de cuento, de carnaval onírico, vestidos con
colores festivos, personajes que pueblan el mundo fantástico del pintor.
En esta obra, el rico colorido en la composición, denota una
concepción luminosa de su propósito, que discurre por armónicos esquemas que
coquetean lo decorativo; donde el pintor con trazo firme deja constancia de su
dominio de lo académico para establecer su propio concepto pictórico,
fortaleciendo su actitud en la imaginación para su cometido, ideas que resuelve
eficazmente con recreaciones que le permiten el lucimiento de su destreza en el
manejo del color y la forma.
José de la Barra, navega en el lineamiento de las figuras,
inducido por intenciones de primordial armonización, que enriquece con la intensidad
del color que prevalece sobre factores de expresión; el color encendido y en
contrastes armoniosos a la vez, le da un aire místico, manteniendo una ligera
inclinación fantástica, fresca y renovadora.
Jorge Ernesto Ibañez Vergara, Crítico de Arte. Madrid – España
(2008)
Muy amable por
sintonizarnos.
Mag. Carlos Hernando
Castro
Facebook: http://cort.as/-GyFN
¡¡¡EDUCACIÓN Y CULTURA PARA
UN MEJOR PERÚ!!!
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